Reportaje
María Gutiérrez López
A pesar de los más de 71 años dedicados al fútbol por parte de todos los presidentes que han pasado por él, la Unión Balompédica Conquense continúa sufriendo a día de hoy los mismos problemas económicos que padecía al inicio de su fundación en el 1946.
Y es esa misma escasez económica la que, por desgracia, ha contribuido –y sigue contribuyendo– a que el equipo pase por algunas temporadas realmente complicadas. El ejemplo más claro de ello fue la temporada del 87-88, cuando el entonces entrenador del UB Conquense, junto al resto de sus jugadores, decidieron dejar de lado al equipo en la jornada número 31 alegando que no habían cobrado su sueldo a causa de la deuda con la que ya contaba el Club. Esta decisión, tomada por el entrenador Ángel Jaraiz y sus jugadores y que muchos consideran que se trataba de algo totalmente premeditado, llevó consigo que el Conquense descendiese ese mismo año.
Pero todos estos problemas económicos no solo han conseguido que el club cambie de posición en lo que a categorías se refiere, sino que en la actualidad también se encuentra en una situación bastante delicada. De hecho, durante esta última temporada, la encargada de estar al frente del UB Conquense es una Junta Gestora debido a su gran deuda acumulada –la cual asciende a más de un millón de euros– y a la inexistencia de candidaturas a Presidente durante sus últimas elecciones tras la renuncia de Luis San Juan.
Por lo tanto, y a causa de esa ausencia de Presidentes, el pasado 25 de junio se llevó a cabo una Asamblea en la Sede de la Federación de Fútbol de Castilla-La Mancha con el fin de poner una solución a este problema. En ella, tal y como se auguraba, se decidió que sería esa Junta Gestora la encargada de solventar los problemas económicos del Club además de ponerse a su frente. Desde entonces Ángel Mayordomo, conocido por su labor en la Confederación de Empresarios de Cuenca y el cual contaba con el apoyo de los inversores que pagaron anteriores deudas del Club a Hacienda, fue el elegido como representante de Gestión y tesorero junto a compañeros con otras competencias, como por ejemplo Julián Cañamares –representante institucional–, Javi Soria –director deportivo– o Jesús Cuevas –secretario–.
Pero la Junta Gestora, que es de carácter local –lo que supone que no hay una cabeza visible que asuma todas las funciones del presidente– solo se ocupará del equipo durante esta temporada. Una vez que finalice, se volverá a convocar a todos los socios para decidir si se abre un periodo electoral o si, por el contrario, continúa esta Junta al frente del Club. Mientras tanto, la Junta tiene como objetivo continuar con los acuerdos de filialidad con otros clubes, como el San José Obrero y el Ciudad de Cuenca, dar más valor a categorías inferiores y mejorar la economía del club a través de la contabilidad real además del control de pagos e ingresos.
Sin embargo, no todo son problemas para este equipo, y es que a pesar de la escasez económica por la que suele pasar, este Club ha tenido otros momentos mucho más especiales que han pasado a la historia. De hecho, en la temporada 2004-2005, estuvo a punto de ascender a Segunda División con Ángel Pérez como presidente y con unos grandes profesionales a pie de campo.
Puede decirse, por lo tanto, que este Club –a pesar de todos los problemas con los que se ha enfrentado a lo largo de los años– siempre ha sabido sobreponerse a los obstáculos y, su afición, jamás dejará de estar orgullosa de él.
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