Juan Jesús Rubio Parra
Entrevista
El fútbol es para las chicas del ahora. La revolución feminista del siglo XXI ha logrado alumbrar muchos trabajos en los que las mujeres eran despreciadas. El deporte hasta no hace tanto les estaba cohibido, la sociedad reprimía a la mujer, se concebía al futbol como el deporte estrella de los hombres. El feminismo ha conseguido revertirlo en las últimas décadas.
De hecho, ahora somos testigos de una nueva revolución. El fútbol masculino sigue estando en primer lugar. Pero por fin se están haciendo cambios. La Liga Iberdrola ha sido el desencadenante de una explosión de fútbol femenino. Al menos en España, los partidos de ellas ya tienen miles de espectadores. Partidos por los que apuestan las marcas y los anunciantes.
Eva Lang es una chica de 24 años que tras haber acabado Farmacología en Nuremberg decidió irse a trabajar en prácticas externas, escogió una Farmacia de Cuenca. En Alemania jugaba con unas chicas en un equipo femenino que compite en su ciudad con otros cercanos a Nuremberg. Tras estar dos semanas, para acostumbrarse al español, pensó en unirse a un equipo femenino de Cuenca. Lo hizo y ahora creer que las españolas son mejores que las alemanas. “Una broma, ahora puedo gastar bromas incluso en español” dijo luego entre risas.
“Fue bastante duro al principio por las dificultades con el idioma”. En el fútbol el diálogo lo es todo, para la estrategia. A veces una compañera nueva puede desequilibrar al equipo. “Lo importante cuando estás en un país extranjero es que entiendas, pero al principio todo el mundo te habla muy rápido, y jugando tienes que entender rápido”. Ahora ella se ve mejor con su equipo.
“En Alemania el fútbol femenino no ha llegado al nivel que tiene en España, yo creo que allí se ve mucho menos, porque allí las chicas no pueden ver el futbol como un trabajo, no pueden”. En España el sueldo de ellas va desde 400 hasta 4000 euros, pero se hace muy difícil establecer una media, porque son sueldos muy variados; esto mientras que los sueldos de los futbolistas de primera llegan a siete cifras. “A mí me da la sensación de que en Alemania los partidos femeninos solo los ven las familias, los allegados, veo a más gente interesada aquí”. En realidad, haría falta más contexto para analizar la situación del fútbol femenino en España, pero sí que es cierto que desde que la Liga Iberdrola llegó, los partidos femeninos se han hecho muy populares, lo suficiente para que por fin el gestor económico se de cuenta de que es muy rentable.
Die wilden kerle (“El equipo salvaje”) es una película alemana, una adaptación de una serie de 14 volúmenes que hablan sobre la lucha interna del equipo durante el entrenamiento. Joachim Masannek llevó el libro a la gran pantalla y fue todo un éxito en taquilla. Eva Lang confiesa que esta película también contribuyó en parte a su deseo por el fútbol. De pequeña sus dos hermanos jugaban con el balón y ella los veía sin participar, hasta que un día decidió animarse a jugar con ellos y encontró en el instituto a unas chicas que lo jugaban. “En Alemania hay muy pocos equipos femeninos que compitan, aunque este año tenemos las expectativas muy altas en la Copa Mundial de Fútbol Femenino, pero creo que, a nivel no profesional, se ven muchas lagunas, ciudades sin equipos”, comenta algo apenada.
En España la lucha feminista ahora trabaja por los entrenadores. Ahora el foco está puesto en los entrenadores de primera división, todos ellos hombres. Tanto árbitro como entrenador son trabajos dominados por los hombres por completo. Eva Lang se muestra totalmente de acuerdo con la lucha feminista emprendida aquí. Ella aboga incluso por los equipos mixtos. “Sí, es verdad que la fuerza física es importante en el fútbol, pero olvidan la inteligencia con la que hay que intervenir en todos los partidos para desarrollar una estrategia lógica”, apunta emocionada.
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