“Que la escalada entre en los Juegos Olímpicos ha revolucionado el gallinero”
Juan Jesús Rubio Parra
Álvaro Alfaro es un escalador consagrado que empezó desde muy pequeño. Su pasión es escalar roca y sentirse logrado por la dificultad que conlleva este deporte. Regenta un popular rocódromo en Cuenca, el Pachamama, donde se hace desde escalada en interior hasta telas.
Su experiencia lo ha llevado a escalar vías de dificultades muy altas. Cuenca es uno de los mejores sitios reconocidos mundialmente para escalar.
¿Qué te parece el renombre de Cuenca a nivel de escalada profesional?
Aquí hay vías de hasta 9 grados. Las últimas que se abrieron hace poco, fue una en Noruega y otra en Cataluña… hay pocas en el mundo de 9c quiero decir, de las mayores dificultades. Cada vez hay más, ahora habrá cerca de 20 vías de este tipo. Aquí la gente viene a escalar menores o mayores grados, se puede escalar muchas dificultades. Entonces es muy conocida por los extranjeros, es una ciudad donde es muy cómodo escalar, no tienes que andar apenas.
¿Algún percance en el Pachamama, vuestro rocódromo?
Hemos tenido casos de todo tipo, de encontrarte alguno que quiere escalar sin colchoneta ni nada, al que nadie conoce, de los que te preguntas “¿quién ha traído a este personaje?”, entonces es lo menos habitual, afortunadamente. El último año hemos tenido alguna dificultad
porque ya se hace difícil gestionar las maneras de llevarlo, esto con pocas personas es una familia, ahora se ha hecho más grande y lo enfocamos de otro modo.
¿El mejor lugar para escalar en Cuenca en tu opinión?
Depende del grado, a mí uno de los mejores sectores para escalar, o “Portero” o “Piscinas”, pero porque tienen mucho grado, es que sería para mi dificultad. Y si por ejemplo le llevase a escalar a otra persona, habría un sitio sencillo, muy cómodo para escalar; pero conforme escalas, necesitas más riesgo, te cambias de sector, etc. Te vas a otras vías. Yo, por ejemplo:
“La ermita” es un sitio donde hay vías míticas, muy difíciles, de 8c,entonces ese sector a mí no me gustaría ahora mismo.
¿Existe una regulación de puesta de vías para escalar nuevos sitios?
Aquí lo regula una mesa que decide con cuatro personas, un comité federal, con un correo electrónico. Se manda una petición, entonces el comité lo estudia y ya deciden si darle luz verde y explican el porqué de su respuesta. Luego, si te dicen que sí, te dan tres meses. Si no haces ese proceso, el comité decide quitar las vías. Es una forma de que lo gestionemos nosotros, pero va de la mano de Medio Ambiente. Esto se lleva haciendo ya así cuatro años. En estos años solo ha ocurrido una vez, el que una persona extranjera equipó una vía; se hizo polémico porque la gente la escalaba, días después el comité se enteró y decidió quitarla. Para evitar que cualquier persona decida clavar las vías, se quita la chapa del dispositivo, se deja el espárrago (el hierro clavado) y listo.
¿Qué le recomendarías a jóvenes que se estén iniciando en la escalada?
Paciencia, desde fuera se ve muy divertido, pero es que luego realmente tienes que sudar; lo miras desde fuera pensando en la naturaleza, en ver el paisaje. Pero luego es cansancio, incluso hasta mental, cuando te generas dudas por algún fracaso. Es un deporte de resistencia, por eso el rocódromo está muy bien para la gente que empieza a escalar; para quitar miedos,
sin temer caer por las colchonetas. Entonces vienen con mucho miedo y nosotros les ayudamos. En roca también vienen la primera vez muy nerviosos. Tenemos nuestros métodos para guiarlos bien. Eso depende de la forma de gestionar de cada uno.
¿Qué opinas sobre las caravanas que vienen a escalar en Cuenca: las dificultades para pernoctar?
A ver, lo que está permitido es que puedas dormir en tu propio vehículo en un lugar donde puedas aparcar, se hizo una ley nacional para esto mismo: te permite pernoctar en tu coche si puedes estacionar, siempre y cuando no acampes. Entonces esto provoca polémica: la playa publica de aquí, por ejemplo; allí aparcan autocaravanas, pero ese camino es pseudoprivado y
la playa es pública, pero el camino pertenece al restaurante dueño del camino y genera conflicto. Ahora la cosa está calmada, pero por ejemplo alguna vez aquí también ha generado discusión entre el dueño del camping y ese aparcamiento playa público.
¿Cuándo prefieres escalar?
En invierno, por supuesto, en verano la roca arde y tus manos sudan y resbalan, pero en invierno, en cualquier momento buscas una pared que tome el sol, es increíble cómo la roca lo absorbe, es un lujo escalar por eso ahora.
¿Qué te parece que finalmente la escalada haya ido a los juegos olímpicos de Japón?
Es tremendo, ha revolucionado en gran parte la escalada, la escalada olímpica creó algo nuevo, son tres modalidades: Builder, dificultad y vías. Una trata de velocidad, son presas colocadas en espejo, son las mismas. Entonces el mejor de las tres modalidades es el ganador, con lo que esto ha revolucionado el mercado, de ser un deporte donde subes rocas, ahora pasas a escalar dentro. El mejor escalador del mundo en roca no podrá ganar el oro porque no es alguien que esté acostumbrado a escalar dentro. Entonces de alguna forma piensas que el mejor escalador del mundo no puede ir a las olimpiadas, porque allí lo destrozan. Los que quieran las medallas tienen que escalar estas modalidades sí o sí.
“La hípica se considera un deporte caro y elitista, pero no es así” afirma José Fierro
El Club Hípico Fierro es uno de los pocos clubs de la provincia que además de ofrecer diversas actividades ecuestres, incluye la hipoterapia para ayudar a personas con diversas discapacidades
Entrevista
Natalia Moreno Massó
El Club Hípico Fierro lleva instalado en la ciudad de Cuenca desde 1982. La familia conquense de jinetes, Fierro, tras más de 40 años de historia en el deporte ecuestre, son los responsables de que a día de hoy éste siga activo en todos sus servicios, e incluso en otros nuevos que han ido incorporando.
La venta de caballos de salto de alto nivel, el pupilaje de estos-el club se hace cargo de los gastos de comida, estabulación, veterinario y herraje-, la impartición de clases de equitación de la mano de profesionales de la hípica a partir de niños de 4 años, el desbrave, la doma y el perfeccionamiento, las rutas o los eventos con carros de caballos, la realización de exámenes de galopes y la hipoterapia son todas las actividades que ofrece el club para los interesados en la hípica.
José Fierro Carballo es uno de los jinetes de la familia, además de profesor de equitación en el club. Desde que nació ha pasado toda su vida entre caballos, jinetes y competiciones, y es por ello que siempre ha tenido claro que le gustaría dedicar su vida a la hípica.
“Mi padre y mi tío siempre han sido profesores de equitación del club y, por tanto, yo desde muy pequeño he asistido a sus clases y me he interesado por ser yo el que algún día lo hiciera. Así con 14 o 15 años ya empecé a impartir yo algunas clases, y fue finalmente con 16 cuando comencé a dar clases de manera profesional” explicaba José Fierro, profesor y jinete.
Dentro del club y de los servicios que ofrecen uno de los más importantes son las clases de equitación, entre las que se encuentran, el Ponyclub, que consiste en las clases de hípica para los más pequeños –a partir de cuatro años-; clases de iniciación ya sean de doma o de salto y finalmente, de perfeccionamiento en estos dos mismos estilos. Estas clases a su vez están divididas por edades y por niveles de enseñanza y disciplina.
Respecto a las competiciones, el club participa en diversos concursos de salto en los cuales ha ganado varios premios. “Antiguamente también participábamos en competiciones de doma de caballos, pero con el tiempo nos hemos querido especializar en salto y es por ello que son las que más llevamos a cabo” cuenta José.
El Club apuesta por la hipoterapia y sus beneficios
En el Club Hípico Fierro llevan a cabo una iniciativa junto a la Junta de Comunidades de Castilla La Mancha, desde el año 2008, a través de la cual desarrollan clases de hipoterapia o equinoterapia que promueven la rehabilitación, recuperación y mejora tanto de niños, como de adolescentes o de adultos, ayudándolos a nivel psicológico, cognitivo, neuromuscular y sobre todo, a nivel social, frente a enfermedades como el Síndrome de Down, la parálisis cerebral, algunas dificultades sensoriales, el autismo, el deterioro de la movilidad o la paraplejia, entre otras.
El club cuenta con profesionales de la salud física y mental, como fisioterapeutas y enfermeros, a la vez que también lo hace con profesores de hípica cualificados que se encargan de impartir estas clases a aquellos que necesitan de este tipo de terapia, como Azucena Carballo especialista en hipoterapia y madre de José.
La hipoterapia es una herramienta que se emplea desde hace varios años en muchos pacientes que sufren alguna discapacidad intelectual o física o que padecen una enfermedad u otro problema social.
Se tratan de sesiones que suelen tener una duración de treinta minutos, aunque en algunas ocasiones sean un poco más largas por algún motivo en concreto. El contacto corporal de los pacientes con el cuerpo del caballo, los impulsos rítmicos, la motivación, afectividad o el desarrollo psicomotriz son algunos de los beneficios que presenta el empleo de este deporte como una forma nueva de tratar a los enfermos.
“Todos los jueves llevábamos a cabo estas sesiones con seis niños de la ciudad, además de los grupos que vienen de algunas organizaciones u instituciones. Los beneficios son notables para todos ellos, y sin duda el contacto directo con los animales les hace progresar de una forma mucho mejor y más efectiva.” concluía José.
Irene Ortega: “No podría concebir mi vida en este momento sin bailar”
La deportista asegura que el baile es una de sus pasiones. Defendiendo la cultura y el arte de esta disciplina deportiva
Javier Rosales
Entrevista
El deporte y el baile, dos mundos que han estado separados por la sociedad durante décadas. Pero donde a finales del siglo XX y principios de este último, se daban la mano, reconociendo el valor y esfuerzo que se realiza en esta dedicación. Aunque aún sigue siendo ´palabra tabú` para muchos.
Irene Ortega es una joven deportista que practica baile callejero. Para ella es una forma de vida, lo define como “una parte de mí”. Declara que el baile es también una forma de desconexión. Sin ganarse la vida con ello, pero esencial para poder sobrellevar la rutina semanal, aunque ello suponga un mayor esfuerzo físico y mental.
Son tres las modalidades que la artista práctica. Hip Hop, Funky y DanceHall. Unos tipos de baile muy cañeros y con gran potencial de movimientos. Además forma parte del grupo de baile Cuenca Baila y trabaja como bailarina en una discoteca de la localidad de Cuenca. Ella misma lo menciona, “es un hobby, pero es de la cosas en las que me implico y me comprometo al 100%”. Una rutina dura y a veces, poco reconocida, que solo se valora cuando se siente pasión por la música y el ritmo.
Cuando hablamos de ejercicio físico o deporte, la modalidad del baile ha sufrido grandes críticas y abusos frente a poder denominarlo como tal. Se le denomina deporte a la actividad o ejercicio físico, en donde se hace prueba, con o sin competición, de la habilidad, la destreza o la fuerza física. Por lo que todos ellos estarían conjugados a la hora de bailar.
La disciplina del baile tiene la capacidad de regalar la expresión libre del cuerpo, pero no una expresión cualquiera, sino una reglada y concienciada práctica de movimientos. Que forman figuras a la vez que demuestra otros tipos de estado, como por ejemplo sentimientos. Irene Ortega se prepara cada semana para conseguir un resultado perfecto.
Tomándose el lunes como descanso, comienza con clases de baile martes, miércoles y jueves. Sumado al entrenamiento deportivo diario, donde también ejecuta Powerlifting, un ejercicio de fuerza a través de diferentes movimientos como press de banca, sentadilla o peso muerto. Contando también con los ensayos y el trabajo de fin de semana como bailarina y las actuaciones junto al grupo Cuenca Baila en los partidos locales del Ciudad Encantada Liberbank Cuenca.
Disciplina, entrenamiento, fuerza, técnica y pasión. Cinco elementos que forman una actividad física llena de habilidades, a veces difíciles de sobrellevar, pero que a la vez proporciona muchos más beneficios si disfrutas de ello. Cualquier deportista goza al efectuar su deporte, sea fútbol, baloncesto o baile, preparándose para el mismo. “Necesitas una condición física específica para evitar cualquier tipo de lesión y poder realizar el baile sin morir de cansancio”, mencionaba la deportista, defendiendo el valor del baile y su condición deportiva.
También hay que tener en cuenta otra actividad más, el arte. El baile cuenta con la capacidad de poder demostrar cualquier expresión que se sienta en el cuerpo y en la mente. Una técnica a base de movimientos, que ejercita el cuerpo, así como los órganos o la vitalidad mental. Una realidad que también es compartida por Irene Ortega.
Está claro que practicar la disciplina del baile o bailar por el simple hecho de disfrutar significa realizar deporte de una manera completa. Un deporte para todos, donde cualquiera tiene hueco y puede brillar. Porque el deporte no entiende de sexos, sino de fuerza física y mental. “Un debate innecesario a estas alturas de la vida”, resaltaba la deportista Irene Ortega en conclusión hacía comentarios despectivos sobre quiénes pueden o no practicar esta disciplina deportiva.
Barranquismo en la provincia de Cuenca: una diversión al alcance de todos
Entrevista
María Gutiérrez López
La provincia de Cuenca, debido a su situación geográfica y a sus formaciones geológicas, es ideal para llevar a cabo deportes de aventura. Unos deportes que traen consigo, además del ejercicio físico, actividades recreativas dentro del medio natural. Y de hecho, muchos apasionados de esta disciplina aprovechan estas circunstancias para hacer de su pasión su propia profesión.
Marcos Serrano Pardo es monitor de descenso de barrancos en la empresa JucarAventura, la cual está situada a 20 kilómetros de la capital al lado del parque natural de la serranía de Cuenca. En su caso, su labor consiste en guiar a los más atrevidos por el barranco del ventano del diablo, también conocido como “los cortaos” de Villalba.
En primer lugar, ¿podrías resumir brevemente en qué consiste este deporte?
Se trata de una actividad que se practica en los cañones o en los barrancos de un río, en la que la protagonista es una travesía en la que el recorrido es muy variado. Pero en definitiva, el deporte en sí está basado en superar los cambios del recorrido caminando, nadando, saltando o destrepando.
¿Son muchas las personas que se acercan hasta Villalba con el fin de pasar un buen rato aventurándose entre los barrancos que ofrece la serranía de Cuenca?
Por suerte, y para los que trabajamos en esto, sí. Y, además, con los años va en aumento. Esto se debe a que este tipo de actividades se han hecho mucho más atractivas para todo tipo de públicos porque la mentalidad de la gente ha cambiado y los deportes o actividades de multiaventura se han dejado de considerar “de riesgo” para pasar a verse como actividades lúdicas. Y para que te hagas una idea… en el barranco de “los cortaos”, esta última temporada de verano, nos han visitado unas 5000 personas.
¿Las personas que decidan hacer barranquismo deben cumplir algún tipo de requisito especial, o cualquiera puede hacerlo?
Nosotros, los monitores, tenemos un lema: cualquier persona puede realizar actividades de multiaventura sin importar las circunstancias. Aunque es cierto que siempre hay cosas que lo impiden. Por ejemplo, una persona que no sepa nadar o que tenga miedo al agua no podrá realizar este tipo de actividad, y no porque yo, como monitor, no quiera… sino por la propia seguridad de la gente.
Igualmente, también hay situaciones que lo impiden, como tener alguna lesión o algún tipo de discapacidad.
¿Podrías destacar alguna experiencia que te haya marcado durante tu recorrido como guía?
Hay un momento que me marcó mucho. Un día, guiando a un grupo me encontré a una familia a la que acompañé en dos actividades y con los cuales conecté mucho. En un primer momento no los reconocí, pero ellos a mí sí y se me acercaron para darme un abrazo y nunca se me olvidará la cara de felicidad de las dos chiquillas.
En definitiva es lo bonito de mi trabajo: acompañar a gente a que viva su primera experiencia en un barranco, que una familia escoja tu actividad como viaje de vacaciones o que una despedida de solteros escoja venir a hacer el barranco y ponga su diversión en tus manos.
Este tipo de cosas son las que hacen tan bonita esta profesión y que, a su vez, consiguen que trabajar en el barranco de Villalba de la Sierra tantas veces no se haga algo monótono.
¿Recuerdas tu primera vez practicando este deporte? ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones?
Sí, para mí es un recuerdo que me acompañará siempre. Nunca olvidaré la primera vez que hice el recorrido del Barranco del ventano del diablo. Para mí fue algo indescriptible… es cierto que se trata de una actividad en la que se puede pasar miedo. De hecho, yo lo tuve la primera vez. Pero después de pasar tanto tiempo allí y de realizar tantos saltos, te das cuenta de que el peligro solo está en nuestra cabeza y que, en realidad, son actividades muy seguras que te van a proporcionar experiencias maravillosas.